En la noche del viernes
17 en el “Jardín de la República”
(es decir el club Caja Popular de la
capital tucumana), Marcela Eliana
“La Tigresa” Acuña (37-5-0, 17KO / 55,000 Kg.) exponía su cetro mundialista de plata supergallo del
Consejo Mundial de Boxeo (CMB) ante la pupila de Pablo Chacón (último medallista olímpico que tiene nuestro país en Atlanta 1996), nacida en Neuquén y radicada en Mendoza, Betiana Viñas (5-4-3/ 55,200Kg).
La Reina del boxeo femenino argentino, quería demostrar que todavía tiene
el potencial para seguir haciendo historia arriba del cuadrilátero y en su
segunda aparición luego de su retiro hace un par de años atrás, se encontró con
una dura rival que vendió muy cara su derrota y que alternaba su ventaja en las
tarjetas, según iban pasando los asaltos, ante la popular campeona.
Viñas
desde el inicio del primer asalto hasta el discutido y polémico golpe o
cabezazo, sin intención, que tuvieron las protagonistas en el séptimo asalto,
estuvo muy concertada y por momentos demostró que venía por toda la gloria y no
le pesó tener en frente a una rival con muchos más pergaminos y logros. Al
contrario parecía estimularse ante esta oportunidad que se le presentaba. Luego
del incidente del cabezazo grosero por parte de Acuña, que debió haber sido sancionada con la quita de un punto por
le árbitro del combate, Hernán Guajardo,
de haber sido visto en ese momento la falta. Infracción que no vio y tampoco se
pudo apreciar en primera instancia por la televisión, salvo luego de varias
repeticiones.
El que si lo vio y lo
reclamó muy enojado, fue el rincón de Viñas
(sobre todo el técnico Pablo Chacón),
mientras atendía la herida de su pupila, luego de finalizado el asalto.
Las acciones
continuaron, Viñas ya no tenía la
gran concentración que mantuvo hasta el incidente y su top de color blanco comenzó a teñirse de rojo, por la
sangre derramada, en el transcurso de la octava vuelta. En ese mismo capítulo
esta vez de manera acertada, Guajardo pidió
asistencia al médico para que analizara la herida y diera el visto bueno para
poder continuar. Y así fue.
Arrancaba el noveno
round y ya Marcela Eliana Acuña con
toda su experiencia manejaba con mucho criterio los tiempos del combate. Su
rival no se rendía y pese al corte y su
corta carrera profesional, siguió prendida e intentando doblegar a su
contrincante, que se defendía bloqueando
bien y contratacaba a voluntad.
La herida de Viñas volvió a ser la protagonista
y una vez más el tercer integrante del
cuadrilátero llamó al médico, que esta vez no dio el visto bueno faltando pocos
segundos para el final del asalto.
Por esta acción Hernán Guajardo dio por terminado el
asalto y el desafío. Pidió a los jurados que fallaran el noveno round y que la
suma de las tarjetas definiría quien sería la ganadora del combate.
Los jurados fallaron: J.C. Palmieri 87 - 84. A. Villegas 86 - 85.
R. Cerdan 86 - 85 todas a favor de Marcela
Acuña que de esta manera retine de forma unánime su corona Mundial de plata supergallo del Consejo Mundial de Boxeo.
Una gran noche para Betiana Viñas que seguramente recibirá
otra oportunidad de parte de la Tigresa
o de alguna otra organización para combatir por un título mundial. El público
que concurrió al estadio aplaudió jubilosamente a las dos boxeadoras y
también al reconocimiento que la misma campeona le hizo levantándole la mano a
su oponente.
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