jueves, 6 de junio de 2013

Para Bopp, fue la crónica de una derrota anunciada

La Tuti cayó por puntos en 10 rounds en fallo unánime ante la púgil local, a quien ya había vencido en nuestro país con claridad. Hubo algunas irregularidades. La argentina no pudo volverse con el título plata minimosca del CMB.


Y a explicará en la intimidad la bonaerense Yésica "La Tuti" Bopp (¿el peso?) por qué y por cuántas razones fue a arriesgar tan estúpidamente su invicto -y prestigio- al estadio Ecatepec de México DF, donde el sábado por la noche cayó por puntos el 10 vueltas frente a la local Jessica "Kika" Chávez (¿peso?), una rival a la que ya había vencido con claridad aquí, que poseía el título plata minimosca del CMB que finalmente expuso se dudó hasta último momento-, con más para perder que para ganar porque una victoria no le hubiese aportado ningún lauro, más que los dólares que se haya traído.

La Tuti no arriesgó sus cetros AMB y OMB de los 49 kg, pero, en lo más parecido a una farsa que se recuerde a estos niveles -sin ganarse tal calificación porque ya el boxeo femenino lo es de por sí-, se quedó sin el de plata que fue a buscar, aunque a tales efectos no se sabe a ciencia cierta si ambas dieron minimosca o mosca, porque a propósito ¡no se leyeron los pesos oficialmente!

Se supo extraoficialmente que ambas dieron 49,100 kg, es decir, pasadas 100 gr, pero igual estuvo en juego el minimosca (tope en 49), cosa que sí se leyó. Fue un pacto entre ellas para, por un lado, proteger las coronas de Bopp y que no se las saquen ante una eventual derrota. Y por otro, para que el CMB hiciera una excepción y diera una tolerancia de 100 gramos para sancionar el combate, habida cuenta que ambas pesaron lo mismo. De allí la farsa reglamentaria con que se maneja el boxeo femenino, que no ocurriría en el masculino (por ahora).

BOPP, FLOJÍSIMA

La pelea en sí fue horripilante, una de las peores performances de Bopp en su carrera, imprecisa y discontinua, aunque superior a Kika, que tampoco la encontraba mucho. Se pegaron más en la nuca que en la cara, los clinchs fueron el cierre de cada ataque, y así transcurrió un bodrio imposible donde pese a todo Bopp prevaleció por velocidad y un poco más de aciertos (1º, 2º, 4º, 5º, 9º y 10º).

Cada cuatro rounds leían los parciales y le iban anticipando a La Tuti que la estaban robando, como desquite de Orucuta-Narvaes. Y descaradamente, leyeron el fallo sin los nombres de los jueces, a quienes llamaron 1, 2 y 3: 97-93 dos de ellos y 96-95 (dos mexicanos y un yanqui). Este medio tenía 96-94 para Bopp.

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