jueves, 23 de junio de 2011

Al ring le falta un rincón

Falleció Carlos Tello, el mejor formador de boxeadores que tuvo la historia de Córdoba.

Tello junto al cubano Sarvelio Fuentes
A la edad de 62 años, dejó de existir Carlos Tello, el símbolo que tuvo el rincón de diversos boxeadores, que desde Córdoba saltaron al estrellato del pugilismo mundial. El padecimiento de una dura enfermedad terminó con la vida de un gran formador, que contó entre sus pupilos con Omar “El Huracán” Narváez, Carolina “Chapita” Gutiérrez, Mariano Carrera, Alejandra “Locomotora” Oliveras y Hernán “Pigu” Garay, entre otros.
El trabajo del referente del polideportivo Corral de Palos, había dado su primer gran paso a fines de la década del ’80. En aquel momento, y como integrante del rincón, había sido pieza importante para consagrar campeón argentino supergallo a Carlos Laciar, hermano menor del ex campeón mundial, Santos Benigno.
El siguiente escalón importante de Tello, fue formar parte del equipo olímpico que en los Juegos de Atlanta 1996 obtuvo la medalla de bronce, gracias a los puños del mendocino Pablo Chacón. Logrando que el pugilismo argentino volviera a formar parte de un podio olímpico tras casi 30 años.
Entre las innumerables muestras de dolor, que se demostraron durante su velatorio se vio a una acongojada “Chapita” Gutiérrez. La boxeadora comentó que emparentó esta fecha, a lo ocurrido dos años atrás: “Esto es muy duro para mí, se va el mismo día y con la misma enfermedad que padeció mi padre. Además precisamente, eso era Carlos para mí, un padre”. Al recordar la última oportunidad en la que se habían visto, agregó: “Nos habíamos juntado el domingo por el Día del Padre, lo fui a saludar y ya estaba bastante desmejorado, pero lúcido. Si hasta me decía entusiasmado, ‘cuando me ponga bien vamos a empezar a trabajar para tu pelea de agosto con la japonesa, para unificar el título’”.
Al recordar el legado de Tello en la rama femenina del deporte de los puños, Gutiérrez señaló: “Creo que el gran acierto de él fue tratarnos a todas nosotras como un hombre. Me miraba y me decía, te hablo como si lo estuviera haciendo con un hombre, porque cuando subas al ring se van a olvidar de que sos una mujer”.
Una de las grandes figuras de este deporte en la Argentina, también llegó a campeón mundial en 2002 de la mano de Tello, Omar Narváez. El chubutense, que se encuentra radicado en Trelew, lamentó no poder estar presente para despedir a una persona a la que también consideró un padre. Marcelo Gutiérrez, el hermano del “Huracán” radicado en Córdoba señaló: “A nosotros nos dio un techo cuando vinimos acá a jugarnos por el boxeo”.

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