lunes, 23 de diciembre de 2013

Crónica de los sueños de una Campeona del Mundo


María Elena Maderna defendió con éxito por primera vez su Título Mundial Ligero de la Organización Mundial de Boxeo (OMB), ante la colombiana  Diana "La Leona" Ayala.
"Tily", como apodan a Maderna, tiene 38 años, es nacida en la Capital de los argentinos, pero reside hace años en Las Flores, provincia de Buenos Aires, junto a su marido y entrenador Martín Laborde.
En la edad donde no solo los boxeadores sino la mayoría de los deportistas de elite comienzan a pensar en su retiro, María Elena no forma parte de esa posibilidad, debido a que  a pesar de su edad recién empieza a paladear su llegada a lo más alto que un deportista puede llegar.
Si bien es consciente del deporte que practica y de su edad, recién están llegando los primeros reconocimientos deportivos, desde que logró coronarse campeona del mundo, el pasado 14 de junio ante la colombiana Enis Pacheco que poseía el cetro y lo perdió en la localidad que adoptó a Maderna, en un tremendo combate.
Apenas 14 meses atrás, “Tily” tenía su primer chance mundialista ante  Claudia López (ex integrante de la Selección Nacional de boxeo femenino amateur "Las Toritas"), con la cual perdió llegando hasta el final del combate en una verdadera batalla de dos boxeadoras que dejaron todo arriba del cuadrilátero. Los jurados favorecieron a la chubutense.
En ese combate, Maderna tenía una gran molestia en su rodilla, que por su gran altura no le permitía llegar en las mejores condiciones. Otros hechos sucedieron luego de ese combate, a comienzos de este año que llevo a pensar a "Tily" en abandonar el boxeo. Sin embargo, junto a su esposo y entrenador Martín Laborde, que también es su semblante y es una gran persona que supo contenerla como  afianzarla, tanto en lo anímico, físico u emocional, logró reponerse y prepararse de la mejor manera al momento exacto.
Y esa fecha llegó el 14 de junio de este año. Luego que Enis Pacheco combatiera en dos oportunidades ante Ana Laura Esteche dejando algunas dudas en su reinado, María Elena Maderna pudo arrebatarle su corona y consagrarse Campeona Mundial.
Nuevamente cuando se preparaba para hacer su primera defensa surgieron algunos inconvenientes para conseguir rivales o con las cancelaciones de los combates, pero ella junto con su técnico siguieron con la preparación y el tan esperado día llegó.
Previó a eso, tan solo una semana antes pudo tener un reconocimiento que a ella le llenó de orgullo y fue como el mimo final para ir al combate más esperado de su carrera. Fue la abanderada nacional en el pleito mundialista que tuvo como protagonista a la monarca mundial Carolina Duer en su combate ante la mexicana Estrella Villaverde y así lo manifestó para Boxeadoras Argentinas.
"Fueron muchos sentimientos encontrados. Fue algo muy hermoso porque siempre que escucho el Himno Nacional Argentino me emociono mucho. Lo que me sucedió hoy quedará en uno de los recuerdos más fuerte de mi vida. Estoy muy contenta, siento que por primera vez me valoraron y que me hayan dado la posibilidad de ser la abanderada de nuestra bandera es un honor para mí. Además cuando se canta el himno con tanta pasión como se cantó hoy desde las cuatro tribunas me pone muy bien me da fuerzas para lo que vendrá la semana próxima", dijo Maderna.
El viernes 20 de diciembre en el micro estadio del Racing Club de Avellaneda, ante un grupo no muy numeroso de personas que fueron alentarla, la mayoría del grupo político denominado como La Campora, se presentaba la Campeona del mundo Ligero de la Organización Mundial de Boxeo (OMB), María Elena Maderna ante su retadora de Colombia Diana Ayala. El combate fue todo de nuestra campeona salvo el tercer y el cuarto asalto, donde la cafetera tuvo alguna pequeña reacción y emparejó las acciones. No obstante, desde el quinto en adelante, absolutamente todo fue a voluntad de "Tily" que con su gran preparación y paciencia pudo lograr retener su corona y así cerrar un gran año, donde se sucedieron muchas cosas, pero la fortaleza, el trabajo en equipo y por sobre todo, el saber esperar el momento justo, hizo que esta gran profesional, que estuvo a punto de dejar el boxeo, se corone campeona y defienda su título, pudiendo quedárselo y así festejar, tal vez pensando en la frase "Los sueños, sueños son. Pero aquí se hacen realidad"
De esta manera, esta crónica finaliza, sabiendo que esta dupla de profesionales tiene mucho camino aún por recorrer. Estamos en presencia de dos perseverantes luchadores, con enormes corazones  que dejan arriba y debajo del ring. Felicitaciones a María Maderna y Martin Laborde y que el próximo año sea aún mejor.

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