Una apasionada de la vida

Julieta Evangelina Gómez Marti es árbitro de boxeo de la Federación Argentina de Box (FAB), Abogada egresada en la Universidad Católica Argentina (UCA), Docente de Derecho Romano de la Universidad de Buenos Aires (UBA), y de la Universidad de José C. Paz (UNPAZ), y en una charla exclusiva con Boxeadoras Argentinas nos cuenta cómo empezó su pasión por el deporte de los puños.

Nació en la Clínica San patricio del barrio de Flores, su infancia la transcurrió en Villa Crespo y de adolecente vivió en La Paternal, tierra del recordado Pappo y de los Bichitos colorados de Argentinos Juniors. Su madre Herminia “Chiquita” Marti, una humilde ama de casa, amante del Tango y de Juan Domingo Perón. Su padre Ramón Gómez fue boxeador recreativo y un verdadero apasionado del boxeo. De chica, su papá la llevaba al mítico Luna Park, la acompañaba a los entrenamientos y en el trayecto de cada viaje le contaba anécdotas e historias. Cuando llego a los 18 años fue a la FAB para inscribirse, pero a la vez también cursaba los primeros años de derecho. 

 

Ramón priorizó que Julieta estudie, pero su pasión por boxear seguía. Sus primeros pasos los hizo en el legendario Almagro Boxing Club (ABC), allí aprendió a “subirse” a un ring, incluso pudo combinar su pasión con su profesión; ya que tuvo la oportunidad como abogada de ayudar a su club en el 2011.

Pasaron los años y sus pensamientos fueron cambiando: “La vida de un boxeador tiene un tiempo útil” dijo, y se acerco a la FAB, pero esta vez para ser arbitro. Su entusiasmo era el mismo que al subir al ring, sin embargo en esta oportunidad le tocaba estar del otro lado. Una de las veladas que destaca por ser la que mas disfruto al realizar su labor sobre el entarimado, fue la del siete de marzo de este año en Garín, provincia de Buenos Aires, cuando al finalizar la pelea la felicitaron por su gran desempeño y la aplaudieron aproximadamente 600 personas.

 

Julieta Evangelina Gómez Marti es una mujer de gran fuerza con mucha actitud y empuje, que no se siente discriminada en este ámbito masculino y disfruta de tener muy buena relación con todos sus compañeros. Hoy, la apasionada porteña administra justicia dentro y fuera del cuadrilátero; en su tarea como árbitro y como abogada y en un rubro de hombres como el boxeo, demostró y demuestra que puede trabajar a la par.