Dolida
y desilusionada por lo que sintió como un despojo,
regresó a Argentina la porteña Ana "La Monita" Esteche,
luego de que el pasado sábado igualara frente a la colombiana Enis Pacheco, en un controversial fallo dividido, que la privó de destronarla del
título mundial ligero de la Organización
Mundial de Boxeo (OMB), en un esperado combate revancha desarrollado el Coliseo Elías Chewing de Barranquilla,
Colombia.
"Le
gané a Pacheco. La verdadera campeona debería ser yo",
señaló "La Monita" (6-2-1,
2 KOs), a poco más de 24 horas de haber pisado suelo argentino, tras esa cuanto
menos polémica decisión dividida que diera empate, y que le impidiera hacerse
de la corona y tomarse su anhelado desquite sobre Pacheco (10-1-1, 7 KOs). Es que el pasado 15 de junio, Esteche ya había caído en una
controversial decisión mayoritaria ante la dueña de casa, en el mismo
escenario, en un fallo en el que la localía terminó siendo un factor
determinante. Pero en esta ocasión, la porteña lo considera demasiado.
Mientras el dominicano Horacio Bakemon decretó 97-93 a favor de Esteche, el colombiano Manuel
Rodríguez falló 95-95, y el
dominicano Francisco Javier Benzán 96-94
para Pacheco.
"Entiendo
un poco lo de la primera, a pesar de que no lo comparta. Por más que me sentí
ganadora, como muchos también lo dicen, fue por un poco más cerrada y sé que de
visitante, tenés que ganar con mucha holgura como para que te la den. Pero eso
mismo fue lo que pasó el sábado. Todo el mundo lo dijo. Ya es demasiado. Me dio
mucha bronca", señaló la nacida en la ciudad de Buenos Aires hace 22 años, pero
radicada en la bonaerense San Martín.
Y continuó: "Porque más allá de lo que yo diga o
me parezca, los mismos colombianos me lo decían. Desde que bajé del ring y
hasta que me fui del país, todos, incluidos los periodistas, me decían que la
pelea la había ganado con claridad. No podían creer el resultado".
"Me
alentaban y escuchaba 'Monita, Monita', que gritaban. Cuando fui al camarín,
había gente afuera que se quería tomar una foto conmigo y me decía que había
ganado, que no les entraba en la cabeza que hubiesen dado empate y que yo era
la verdadera campeona", agregó.
"Se
podrá decir que la pelea no fue el mejor espectáculo, que me agarró bastante y
que el trámite se fue ensuciando. Es su estilo, era sabido después de lo que
fue la primera", consideró, e indicó: "Pero quedó claro a todos quién pegaba
más y mejor. Hasta en un momento, le metí una mano tan dura que me agarró de
forma descomunal para no caer. Fue una derecha que entró justa. Se dobló y
justo me amarró".
Una vez culminado el
combate, y tras conocerse el fallo, en el mismo ring ambas terminaron cara a
cara. "Le dije: 'Dale, decime la
verdad. La gané yo'. Se me quedaba mirando y no decía nada, nada de nada
-relató-. 'Ponete en mi lugar; esto es
re injusto'. Pero no decía nada, como si estuviese muda. Y después le dije:
'Vos fuiste quien sintió las manos, casi te caés'. Recién ahí reaccionó una
persona de su rincón y ahí habló ella. Se quejó por un choque de cabezas del
cuarto round, cuando la que dio el cabezazo fue ella, y terminamos las dos con
cortes".
"Si
bien tengo mucho por progresar, hice mucho más que ella",
manifestó la pupila de Omar Zarza,
quien describió: "Hice lo que me
dijo Zarza: no meterme en el juego de ella, que era siempre agarrar. Trabajé
con mi jab zurdo para manejar la distancia, y fui siempre la que buscó la pelea
y metió las mejores manos. La derecha entró en cross y sobre el final también
varias veces plena como uppercut. Además, terminé mucho más entera que ella,
tanto físicamente como por la cara de ambas, que antes de la decisión se veía
muy claro quién había ganado".
Y fue más allá: "Cuando sonó la campana final, estaba
segura. Me sentía totalmente ganadora. Lo sentía. Y a ella se la podía ver cómo
estaba. Parecía perdida. Y cuando vino ese fallo, no lo podía entender. Todavía
no lo entiendo, y me puso muy mal. Por algo, ellos ni siquiera se quejaron que
hubiesen dado empate, siendo locales".
"Ojalá
mi promotor, Mario Margossian, pueda hacer algo, o que en la OMB se revise la
pelea. La verdad, me sentí despojada", manifestó una
compungida "Monita", que
emprendió el viaje hacia Córdoba,
donde buscará distenderse unos días. "Igual,
el lunes mismo ya estoy de vuelta en el gimnasio", advirtió.
De todas formas, lejos
de bajar los brazos, tiene contundente mensaje: "Quiero dejar en claro que esto no va a hacer que me caiga. Todo
lo contrario. Por más que me duela y me dé bronca, también me da más fuerzas
para seguir. Soy joven y tengo mucho por aprender y progresar. Voy a entrenar
el doble, para ella o para cualquiera. Voy a seguir trabajando y no tengo dudas
que en el futuro, cuando haya otra oportunidad mundialista, no habrá Pacheco ni
fallo localista suficiente para privarme de lo que sueño desde chiquita".
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