La OMB tiene una cuenta pendiente con las mujeres, por ser la única
entidad que no posee ránkings ni reglamentos claros, con los cuales poder
ordenar peleas interesantes.
Se viene la 25º Convención Anual de la OMB, que se
realiza entre el 21 y el 28 de octubre
en el Seminole Hard Rock Hotel & Casino de Hollywood, Florida, y la
entidad aún no se reivindica con el boxeo
femenino. De hecho, es la única entidad que aún no confecciona ránkings de mujeres, cosa que ya poseen las otras
tres, incluso la FIB, que hasta el
año pasado ni siquiera lo consideraba y hoy ya lo incluyó, organizando títulos de damas con ránkings propios.
Es una asignatura
pendiente que desencanta, porque tiene campeonas que, sin ránking ni control,
por más buenas que sean, parecen de cartón. Hay algunas que lo jerarquizan,
como el caso de Yesica Bopp (además
monarca AMB), pero el resto deja que
desear. Si acaso pelearan las mejores, o boxeadoras de nombre, buen record, o
que figuren en otros listados, vaya y pase, pero ni eso.
Es más; en Argentina mismo se da el caso de la
categoría supermosca, donde reina sin demasiados méritos pero mucha exposición
mediática la porteña Carolina Duer,
quien tiene una rival natural como la entrerriana Débora “La Gurisa” Dionicius, campeona
sudamericana, y que desde hace tiempo la está desafiando, sin que nadie se
digne a tomar cartas en el asunto.
La OMB, que tiene fuertes brazos políticos en Argentina y lazos morales que los unen, podría haber ordenado la
pelea, aprovechando la condición de campeona
continental de Dionicius, estando ambas en el mismo país, y siendo Duer cuestionada por la fragilidad de
las rivales que enfrenta.
Porque Duer y Dionicius, además de una pelea
atractiva y pareja, sería mediática, interesante, relevante, y enaltecería a
ambas, gane quien gane y pierda quien pierda. Pero no hay un mecanismo siquiera
en la OMB que le otorgue derechos a
una desafiante natural, y obligue a la campeona a enfrentarla.
Hace poco, ofuscada, Dionicius le dijo cosas como éstas,
cuando en cierto momento fue acusada falsamente de ser ella quien esquivó un
desafío de Duer: "Es mentira que me llamaron, jamás me
ofrecieron nada. Que no ande diciendo cosas que nunca pasaron. La peleo cuando
quiera y donde quiera. Solo tiene que llamar a mi representante y listo. Que
arregle su bolsa, porque yo la peleo gratis".
"No
le tengo miedo, me encantaría pelear con ella. Que ponga fecha y lugar. Va a
encontrar a una boxeadora con dos manos, no como las que trae ella. Le voy a
enseñar a boxear. Es hora de que se enfrente con boxeadoras de verdad y no con
fantasmas".
"Cada
vez que me preguntaban por ella, más allá de dejar en claro que quería
pelearle, no opinaba de sus peleas ni sus rivales, por respeto. Me guardé
siempre mi opinión. Pero esto ya es demasiado. Ahora anda diciendo mentiras,
así que ya es suficiente".
Duer
afirmó que en su época, en el campo aficionado, había derrotado a Dionicius. "La Gurisa" no
sólo lo niega, sino que invita a cualquiera a corroborarlo.
"Es
otra mentira. Todo lo contrario. Le gané yo y muy amplio. Peleamos hace mucho,
antes de que yo ingresara a la selección y gané por puntos. Pero primero se
equivocaron de esquina y dieron mal el fallo. A los pocos minutos lo
rectificaron. Parece que no lo habrá escuchado. Pero gané muy claramente.
Incluso, el que quiera puede ver la licencia y hasta la filmación de la
pelea".
Pero toda esa metralla
se desaprovechó. Duer pelea el
viernes en Tecnópolis contra Marisa Portillo, y Dionicius el 24 de
noviembre en Villaguay, Entre Ríos, contra la inglesa Michelle Preston, por el título mundial supermosca de la FIB vacante.
Por eso el boxeo femenino es débil:
disemina ladrillos por varios lados en vez de apilarlos en una pared.
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