“Mi alegría es doble, porque además de ser mi pupila es mi mujer”

Comentó Diego Arrúa, entrenador de la invicta bonaerense Sabrina Maribel Pérez, quien el pasado viernes en el Club Deportivo Casanova, de Isidro Casanova, Buenos Aires, conquistó el título gallo interino de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB).  

   

Después de la merecida consagración de “La Muñequita” ante la brasileña Vannessa Guimarães, Arrúa habló con Boxeadoras Argentinas sobre el desempeño de su dirigida: “La vi muy bien, a pesar de los nervios que teníamos todos. Estratégicamente hizo lo que le pedimos, tirando izquierda, izquierda, uno-dos, caminando y después apretando cuando la mandamos a presionar, sabiendo que cuando Sabrina llegara, se terminaba la pelea”, y además agregó: “Confiábamos en Sabrina, porque habíamos trabajado mucho para este duelo, pero sabíamos de la experiencia de su rival y de lo fuerte que era, por esto no queríamos que se prendiera con la brasilera, así no se corrían riesgos innecesarios. Por suerte nos hizo caso en todo y ahora estamos festejando”.      

El encargado del Casanova Boxing Club, comentó como vio la definición del choque y opinó sobre la posibilidad de que la arbitro Romina Arroyo, se hubiese precipitado al concluir con la contienda: “Sabrina gano todos los rounds, pero en el cuarto le pedimos que apriete el acelerador, y lo hizo a fondo. Un derechazo al plexo, un gancho al hígado y varios golpes al cuerpo dejaron a la brasilera sin respuestas. Sobre la decisión de parar la pelea, pienso que la árbitro podría haber esperado unos segundos para ver si la rival reaccionaba, pero como en la AMB no hay cuenta de protección, creo que estuvo bien, porque hubiera sido innecesario dejar que le sigan pegando cuando la pelea ya estaba definida. En conclusión, estuvo bien porque no tenía sentido seguir”.

Finalizando con la charla, Diego Arrúa expresó sus sentimientos sobre el gran logro de “La Muñequita” Pérez: “La alegría es doble porque además de ser mi pupila es mi mujer. Estoy totalmente emocionado porque trabajamos durante nueve años para conseguir esto. Antes de la pelea nos arrodillamos y como creemos, le pedimos mucho a dios para que todo saliera bien, porque creíamos merecerlo y ahora estamos festejando con mucha felicidad”.