martes, 25 de diciembre de 2012

La Tigresa no mereció perder...

Marcela Acuña cayó por puntos, en 10 asaltos, frente a Carolina Duer en La Plata
 

Cuando terminó la pelea, mientras las dos festejaban en el ring, amparadas en sus equipos de trabajo, hicimos una breve compulsa con algunos de los periodistas y dirigentes que estaban en el ring. Para muchos, pelea pareja, para otros, ventajas para Acuña, mientras que algunos votaban por Carolina Duer (14-3-0, 5 KO). Nuestra tarjeta tenía 3 puntos para Marcela Acuña (37-6, 17 KO). ¿Podía haber tanta diferencia de criterios?
El boxeo es deporte de apreciación y uno de los condimentos que generalmente suele aportar es, justamente, el tema de las tarjetas. ¿Cuál es el criterio para determinar quién ganó un asalto? No es el momento de abrir viejos libros de reglamentos y tratados de técnicas pugilísticas, pero una antigua verdad sencilla como una mañana de verano apunta que, en boxeo, gana quien pega más (y, obviamente, quien menos castigo recibe). Nosotros agregamos: gana también quien maneja los tiempos y los espacios. Y eso fue lo que logró Acuña la noche del viernes.
Marcela Acuña aceptó esta pelea frente a Carolina Duer por una muy buena bolsa. Duer además de ser la campeona mundial supermosca de la WBO- es también comentarista del ciclo de boxeo que se emite por la Televisión Pública y forma parte de la organización de ese ciclo junto a su técnico y manager, Alberto Zacarías. De hecho, para "La Turca", como se la llama, una victoria sobre Acuña es sumarle una gema muy importante a su carrera, en la que todavía no hay nombres importantes. La pelea tuvo el suficiente atractivo como para que fuera difundida por dos señales al mismo tiempo, el de la Televisión Pública y TyC, con "Boxeo de Primera".
Acuña, que tiene firmada una pelea para el 25 de enero en Mendoza con Yésica Marcos, "El Bombón Asesino", campeona supergallo AMB y OMB, y una de las boxeadoras más interesantes del panorama nacional, decidió aceptar la pelea, sabiendo que iba a hacerlo casi en el patio de Carolina. "Está muy bien preparada y creo que vamos a ganar antes del quinto round", nos dijo su marido y manager, Ramón Chaparro. Duer, mucho más elegantemente, decidió no hacer pronósticos decisivos.
Para nosotros, en una pelea tensa, sin grandes intercambios de golpes y que careció por ello de momentos emotivos, ganó Marcela Acuña, quien desde el primer al último round, asumió la pelea con la misma actitud. Guardia bien alta, la izquierda ligeramente extendida para conectar el jab elemento con el que prácticamente se manejó en todos los asaltos, marcando también los tiempos-, la derecha lista para barrer los envíos de la rival, y dispuesta a salir en directo.
Más movediza, a veces cambiando la guardia y plantándose como zurda, o sea con la derecha extendida, Duer fue tratando de conquistar ese castillo que tenía adelante, con un asedio a los flancos, pero con dificultades. Es que, cuando avanzaba, a veces con la cabeza adelantada, lanzando golpes algo desordenados al cuerpo, le bastaba a Acuña con dar un paso atrás para dejarla fuera de lugar.
Acuña trabajó muy bien con los rectos, pero también es cierto que cedió en su trabajo en los últimos asaltos. Ello le permitió a Duer llegar con más continuidad. "La Turca" buscó siempre la pelea, en todo momento, más allá de las dificultades que le planteó Acuña, y cuando ésta cedió el centro del ring en los últimos rounds, Duer logró meter los mejores impactos. Ninguna estuvo sentida en ningún momento ni tampoco tuvieron problemas en el cuerpo a cuerpo, ya que prácticamente no existieron. Casi todo el combate se desarrolló en la larga distancia. El referí Gustavo Tomas no necesitó intervenir demasiado, pues fue una pelea muy limpia y sin clinches.
Tras una espera bastante larga, se conoció el fallo de los jurados, que fue unánime para Duer: Javier Geido, 97 1/2-93 ½; Juan Carlos Palmieri le otorgó 98-94 ½ y Héctor Primerano le dio una muy escasa ventaja de medio punto, 96-96 ½. De esta manera, mientras Carolina comenzaba su festejo, entre la algarabía de sus seguidores, que fueron mayoría en el estadio, aunque al comienzo fue Acuña la más celebrada, Acuña se bajó del ring, derrotada y disconforme.
Hemos aprendido hace mucho a aceptar los fallos y a pensar que no siempre se puede ver la pelea igual que los jurados. En este caso, vimos a una boxeadora que, con un planteo quizás demasiado económico, manejó el ring y las distancias, aunque mermó la entrega en los últimos asaltos. A pesar de eso, a pesar de la enjundia de la Duer, había ganado Acuña en nuestra tarjeta. Una pelea que careció de grandes picos emocionales y que marca también el otoño de la carrera de Marcela Acuña a sus 36 años y con una década con los guantes puestos. Ella había dicho alguna vez que quería retirarse campeona, para evitar, según sus palabras, "Que venga una chica joven y me gane". Eso ocurrió el sábado en La Plata y lo que quizás debería ser más preocupante para Acuña, es que todavía la espera Yésica Marcos en Mendoza. Dos desafíos muy grandes en menos de un mes, que más allá de las buenas bolsas que cobrará, tal vez debió haber evaluado fríamente antes de aceptar.
Carolina Duer ganó, sumando un nombre y apellido importantes para su carrera y seguramente, durante el próximo año seguirá creciendo. Apreciaciones aparte, no se puede negar que hizo todo lo que pudo, que atacó en todo momento y que jamás bajó los brazos, buscando la pelea franca que recién encontró al final. Fue ese esfuerzo, quizás, el que premiaron los jurados. El resto es historia.

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